Vidas que no son
Niños columpiándose al borde del precipicio. Te miran con sonrisas que te hielan, te angustian.
Mujeres sentadas en el borde de los tejados; en sus caras, lágrimas que van deslizándose como cuchillas cortantes por su piel.
Son la consecuencia de los días que se van huyendo de esta parte del mundo
Hombres que les han educado para que no lloren para no parecer flojos y cobardes, pero , en su soledad, con varios vasos de aguardiente, desearían suicidarse, e imploran a Dios que les perdonen. En realidad solo quieren quitarse su máscara de hombres duros, quieren apartar y pisotear sus estúpidos y banales orgullos, que les impiden vivir con naturalidad.
Solo son vidas impostadas, vidas fingidas, en un mundo en el que nadie se atreve a mirarte a los ojos.
Es solo la vida que no es.
3 comentarios
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Delia Checa
Un retrato muy real de una sociedad que no
se atreve a mostrar sus emociones.
Muy bueno, Enrique.
Un gusto leerte.
Saludos
enrique
Muchísimas gracias Delia
Saludos
Jesús María Mayorga Mota
Felicidades, Enrique. Utilizas un lenguaje poderoso para crear buenas imágenes. Saludos.