Trasladando letras: “Luz…”
“L U Z”
“L U Z”
Autor.- Pedro González López.
Ya siento, alumbra mi vida
me ilusionas, en tu Noria
así, escribimos historia
promesa hemos ¡Sin herida!
Si “un día”, el corazón olvida
por tirantez… transitoria
restablecer, la memoria
¡Seguro! Habrá una salida.
Con garantía de ¡Resplandor!
tendremos Mundo, en la mano
gozar, respeto y Gran Fervor.
Hacer, lo banal, humano
Tú, mi voz, y yo… tu Tenor
Alzar Nos Amor a… ¡UFANO!
Comentario por Daanroo Mattz el abril 28, 2014 a las 6:45pmBorrar comentario
“Ars moriendi…”
Si no fuera cierto que en la liberación de lo mundano, el arte de morir nos impide ver la realidad, diría caballero, que habría que perpetuar el nombre antes que el oficio… y declinar en vida, el “ars moriendi”, por la escribanía perenne de una ascendencia más que espiritual, corporal; pues en el mundo del vivo, lo justo es que en la pareja, la luz brille e ilumine y sobre todo se ufane en su misericordia, y en el natalicio divino del hijo…
Pero dígame, si siempre hay un día en la memoria del hombre, donde se sublima el cuerpo y sus esquelas… existe otro día igual, donde la “Noria”, es la simple esclavitud del sentido, o donde se vuelve aquel “pozo sublime” donde todo se abreva… el alma, el cuerpo y la putrefacción misma, cuando se vuelca sideral…?
Ya me dirá caballero, si a su alma le apetece más la luz herida, o la sincronía misma de lo agónico.
Por lo pronto le dejo este pequeño renglón, que ya de antaño le buscaba a su merced:
“La que no lo es para mujer tampoco lo será para bestia, si no fuese para servir una noria, los ojos tapados y andar a la redonda.” Juan Arce de Otárola
Daanroo Mattz
elucubrada en la luz que “chirría”
Gracias por comentar. Respeto tu opinión, pero creo, es un poco “desviada” de lo que se muestra en el Poema.
La Fuente que pones…Juan Arce de Otárola, es algo triste y lúgubre, la Noria del Poema es Festiva y Divertida…y por supuesto nada de borricos pa dar vueltas esclavizantes, cooomo que no.
Un Placer “encontrarte” por aquí, paseando por mis letras. Un Abrazo en la lejanía.
Pedro.
Por favor, no tome a mal mi translucidez, el desvío no es agónico sino sublime, vea, desde mi percepción de mujer, le vislumbro tangente, acoplado a la ilusión y saborando la vida; pero en toda historia y en toda palabra, las heridas sobresalen, cuando las promesas resurgen:
El amor, no puede ser historia, cuando trasciende más allá de la promesa, porque al hacerlo, se solidifica y se amplia la palabra amor, por la palabra: éter… eterno… o lo que es lo mismo paz y sublimación interior.
Al amar, uno no se alumbra, sino relumbra en su consciente más que nunca.
Una noria, no siempre significa, esclavitud, significa, entereza, pues hay dos tipos de ella, la que subliminada se queda quieta esperando la vida y su existencia y otra, la que da vueltas y vueltas, seleccionando tiempos e instantes.
Pero en su segunda estrofa usted me manda a morir en la memoria -claro si yo fuese esa mujer- vea porque.. al empezar con la fijación aquella de: “si un día”, usted ya ha antepuesto en su corazón la salva que ha de herir lo transitorio… la duda… no se duda cuando se ama, ni siquiera en la palabra escrita, por mucho de largura que esta tenga… usted contesto al caballero Oscar así: “La vida de por si, es un misterio…lo que se espera de ella, sin pasar por monasterio, es un canto a la emoción…”
Hablar de misterio, es hablar del amor, pero en la entereza las emociones cantadas, a veces suelen significar cosas frágiles y misteriosas… -como aquellas sirenas a medio mar llamando a la escena del amor, cuando en realidad son cánticos superfluos.
No digo que su escrito lo sea al contrario, es hermoso el llamado por eso lo puse en el contexto del “Ars moriendi” -el arte de morir- pues solo así se perpetua el nombre del amor, en el morir mismo… y no del sentido o del sentimiento, sino del tiempo…. del que se sucede en el fondo de una noria, si es que esta es oculta, y misteriosa, o en la que se transcribe libre con el viento hermoso circulando entre sus filas y a la luz de la luna…
En ambos el sentido figurado de la Noria, es la sublimación del amor, no por tosca, ni esclavizante, sino por liberta y eternizante… una noria representa al mismo tiempo, que la libertad, lo prófugo del contento, de la mente suelta en el disfrute y de la nota que le llama a morir, sin más, una con vista al fondo mismo en que se estrella la vida, en la sed del hombre…. y otra, con la vista al cielo, donde toda luz se ciega, pues no puede iluminar el basto filamento, tanto como lo deseáramos.
Y que garantía de resplendor hay en el mundo: la muerte misma…,
ni el gozo, ni el respeto, ni el fervor, son garantía de lo eterno; pues son consecuencias de un sentir… y el amor nacido del alma, incluso en lo triste y lúgubre, es amor, tal cual.
Lo banal, Sir. lo ponemos los humanos, en nuestro peso consciente, en las acciones detenidas en lo festivo de una vuelta, o en aquel rebuzno, si quiere llamarle así, a lo esclavizante de ir contracorriente del amor mismo.
La mente más poderosa es la que se intensifica ufana, pues se embellece a si misma, antes de alzarse de rodillas y rendirse simplemente, eternidad… o de que deba ser estar y configurarse reconocida a la voz de como lo dije antes: “Ars Moriendi…” el arte de morir.
ADMINISTRADORComentario por Pedro González López el abril 29, 2014 a las 12:00am
Mi muy Estimada Daanroo Mattz, yo sería incapaz de tomarte a mal (disculpa, pero aquí por el Club, siempre nos tratamos de Tú) además me Encanta la percepción que tengo de ti, a través de la forma de expresarte, simplemente maravillosa, podría estar horas “dialogando” con una persona así. Todo un Lujo para un simple mortal como yo, con sencillez por bandera y la Amistad mejor Premio.
Aquí en mi tierra, las islas Canarias, valoramos sobremanera la sinceridad en las personas, y visto lo visto, es algo que Desprendes a partir de la primera letra que escribes…Felicidades.
Aunque me trates de usted, recibe un amistoso Abrazo, esperando verte de nuevo, aquí, por las letras.
Pedro.