Terapia intensiva

Don Nemesio Calvinez, ingeniero industrial egresado del Tecnológico de Monterrey con doctorados en varias universidades, presidente y principal accionista de la Sociedad Industrial Mexicana, puntal de la comunidad del país cuyo nombre aparece en la Revista Forbes de México, se encontraba internado en la sala de terapia intensiva del elegante hospital “Los Ángeles” de la capital debido a un severo ajuste de cuentas que tuvo su maltratado cuerpo dueño de muchos inviernos. El veterano esperaba con ansias el dictamen que le daría el especialista de altos vuelos que en ese momento lo auscultaba.
El experto en medicina interna dándose la importancia que ameritaban sus conocimientos le dijo con tono engolado:
—Don Nemesio le tengo dos noticias, una buena y otra mala.
Con voz feble pero esperanzada el enfermo preguntó:
—¿Cuál es la buena?
—Ve aquella rubia —con una amplia sonrisa el facultativo señaló a una guapa y curvilínea enfermera que se encontraba en la central de enfermería—. Pues, anoche se me hizo.
—¡Ay Dios! —gimió el viejo carcamal—. ¿Y la mala?
—Su mujer vestirá de negro.
4 comentarios
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Natuka Navarro
Héctor, me ha gustado como has enfocado el texto con tanta sutileza. La pluma de tu corazón tiene la esencia del humor que describes tan bien.
Besos
Natuka
Evodio Pérez Castro
Felicidades, Héctor. Un excelente chiste.
Un fuerte abrazo.
EVODIO
Héctor
Mi buen Evodio:
El sentido del humor engrandece nuestro espíritu. Un abrazo.
Héctor
Mi querida Natuka:
Gracias por pasar por mis letras. Un abrazo.