Querido Padre


Querido Padre
Qué feliz debe haber sido, el maestro que dio forma a este violín… Tenía una hermosa pieza de madera, un árbol extendido en lo alto de los Apeninos, donde creció solitario y fuerte, contra el cielo y tuvo el aire de la montaña y el calor del sol. Su sitio en el ojo sensible percibió enseguida que este árbol escondía todos los secretos de la naturaleza…Creció muy por encima de la pequeñez de la tierra, en la gran quietud del sol.
En la gran quietud de la soledad, el viento ondulaba y susurraba en su corona, las tormentas contaban cosas terribles, el sol la envolvía con todo su calor, y las lluvias la envolvían y lloraron sus penas sobre él.
Gracias Padre por la perseverancia en lo que no podías resistir, para hacer algo de la nada, para cooperar con los bolsillos vacíos, por perdonarme aún sin disculparme, por criarme y hacer que todo funcione.
©Natuka Navarro
3 comentarios
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Sofia Pérez
Un poema de intensidad de arte e ilusión, con profundos sentimientos de amor. enhorabuena poeta
Nacho
me ha encantado esta cancion
Natuka Navarro
Gracias Nacho
Un abrazo
Natuka