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Club literario El rincón del caminante

Lo prohibido

Lo prohibido

LO PROHIBIDO

Les voy a contar una historia que me servirá para descargar mi alma.

   En la vida hay situaciones que como cuchillo filoso se clava en tu carne y lo paradójico es que no hay sangre, ¿dolor? ¿Asombro? ¿Arrepentimiento? ¿Cinismo? ¿Importa madrismo? No le sé.

Ella era de un diabólico atractivo, de la alta sociedad, casada con un rico industrial. Yo, un simple pasante de leyes, muerto de hambre, llevaba la pobreza en una humilde pero cálida casa de pensión.

   En una ceremonia política al que fui como tarea de la escuela nos conocimos. El industrial ya entrado en años, elegante y apuesto a pesar de su edad, su esposa, preciosa, un adorno a su vanidad, con esa edad indefinida de las mujeres bellas que van cerca de la mediana edad.

   No alargo la historia, en un discreto hotel, su maravilloso cuerpo, cual fruta apetitosa maduraba en mis brazos. Los besos, fugaces, mi nombre que nunca pronunciaría para salvaguardar su dignidad, el amor encubierto, prohibido para su mundo de riqueza y poder.

   Yo, aprendí a vivir en el infierno, “cuídate del marido”, me dijo un amigo, “tiene guaruras que vigilan a su consorte”. Enamorado como estaba despreciaba el peligro. La amaba, tenía celos mortales y nada me importaba.

Leucemia, tal vez han escuchado esa palabra maldita, no la conocía y supe de ella, cuando se llevó a la estrella de mi alma.

   Solo, desencajado, acudí a despedirla, escondido detrás de unos árboles del panteón. Había una multitud enorme de gente, dada la importancia de la difunta. Lloré amargamente a solas y empecé a retirarme cuando las flores cubrían su tumba.

   ¡Sorpresa! El viudo en solitario se acercó a mí, sin decir palabra me abrazó y escuché un sollozo reprimido, se recuperó y se fue.

No sé, ya les conté, ni me explico lo que pasó.

3 comentarios

  1. Es cierto Terry, lo prohibido es lo que más nos apetece, el marido ya lo sabia, por eso lo aceptaba…
    Abrazos
    Natuka

  2. Terry, un magnifico cuento corto de índole psicológico.
    En el funeral, la multitud fue por compromiso, los únicos dolientes: el marido y el amante.
    La vida tormentosa de muchas mujeres bellas. A veces la belleza es cruel.
    Felicidades.

  3. Muy bueno tu cuento, Terencio. El amor tiene muchas caras, y tu relato nos presenta una de ellas; independientemente de la valoración que cada uno le asigne; y no me refiero al protagonista sino a la conducta, difícil de entender, del marido.
    Saludos.

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