Exclusiva cortesana, libro en campaña

-¿Ha nacido hombre o mujer?- preguntó mi madre con un cierto dejo de preocupación en su voz. Ella sabía lo importante que era para un rey tener en su descendencia varones que ocupen el trono después de su muerte.
-Es lo más hermoso que he visto en toda mi vida- exclamó el rey sin poder contener su llanto.
-Es una niña- le susurró al oído Agustina que asomando la cabeza alcanzó a ver el sexo de la recién nacida.
-¡Se llamará Oriana!- afirmó con energía el rey y una lágrima se escurrió por la mejilla de mi madre. Ricardo pidió que le dejaran a solas con su esposa y Agustina quedó encargada del cuidado de la princesa, desde ese entonces no hubo un solo día que se separara de mí.
-¿Te preocupa no tener descendencia de hombres?- preguntó la reina agachando la mirada.
-Jamás había sido tan bendecido como hoy. Esa niña me ha robado el alma. Me siento el ser más vulnerable del mundo. Si algo llegase a sucederle, moriría de dolor. Si está en nuestro destino tener más hijos así será, de todos modos dudo que pueda querer a alguien más de lo que le quiero a ella- Elizabeth no sintió celos de la declaración de amor del rey hacia su hija, por el contrario se regocijó de satisfacción de saber que la protegería con su propia vida- si no tenemos más hijos, entonces habrá que procurarle un buen esposo- soltó de repente Ricardo y un nudo se hizo en el interior de la reina.
1 Comentario
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María Emilia Fuentes B.
Yanelys Fuentes:
Sigo leyendo con interés este fragmento, amiga, espero continúes.
Muchas gracias por compartir.
Que tengas un lindo miércoles.
Emilia.
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