En los mares de añoranza se sumerge el alma
En los mares de añoranza se sumerge el alma,
en un océano de dulzura escrita y soñada.
Imagino la escarcha sobre tus tierras sagradas,
donde el recuerdo se eleva en su canto de alabanza.
Mi memoria se exalta, agitada y confundida,
mientras el tiempo implacable anuncia su despedida.
¡Oh, tiempo que me arrodillas y me sofocas,
no me permites vivir el sueño de mi vida!
Tu amor persiste, poderoso y radiante,
con ansias que iluminan y enardecen mi semblante.
Mis manos tiemblan al rozar la brisa en tu ausencia,
anhelando horizontes sin término ni distancia.
¡Y ya no quiero nada más que tus ojos,
los gestos que en tu rostro me deslumbran,
evocar las tardes llenas de encanto,
y tus hombros erguidos que me subyugan!
Concede el capricho de tus deseos,
tu inspiración divina y tus caricias de fuego.
Tu sonrisa idolatrada, un tesoro inigualable,
donde el tiempo se desvanece y se vuelve incalculable.
No me importa si el tiempo ha transcurrido en ti,
mi amor se ancló en tu esencia, no en tu físico sutil.
¡Oh, dame, dame tu palabra sin demora,
quizás algún día logremos un intento fallido!
Pero dámela, dámela pronto, el tiempo se agota,
no podemos perder la oportunidad, no hay otra.
Vivamos este instante con pasión desbordada,
pues el tiempo es efímero, una llama apagada.
Enredémonos en el susurro de los sueños,
dejemos que el amor guíe nuestros designios.
Sin tiempo, sin límites, dejémonos llevar,
que el reloj no detenga nuestro anhelado despertar.
Sofia Pérez
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***Vivamos este instante con pasión desbordada,
pues el tiempo es efímero, una llama apagada.***
Como siempre, es un privilegio leerte, poetisa
Abrazotes van….amigaza
Silvana Sosa
Sofía: hermoso poema nos has compartido. Mis felicitaciones por tu creación. Me encantó leerlo. 🙂