En la vorágine de pensamientos y emociones
En la vorágine de pensamientos y emociones,
busco un pequeño grano de sal,
una dosis de solidez en medio de turbulencias,
que calme mi mente y me haga encontrar la paz.
En el caos de la vida cotidiana,
donde las dudas y temores se entrelazan,
anhelo un sentimiento firme y genuino,
que me guíe y me dé la fuerza para avanzar.
Busco ese pequeño grano de sal,
que sazone mis pensamientos con claridad,
que me ayude a discernir entre lo importante y trivial,
y que disipe las brumas de la confusión y la ansiedad.
Deseo encontrar la serenidad en medio del torbellino,
una roca sólida en la cual apoyar mi andar,
un sentimiento arraigado y duradero,
que me recuerde quién soy y hacia dónde quiero llegar.
A veces, la búsqueda puede parecer ardua,
pero confío en que ese grano de sal está presente,
quizás escondido en algún rincón de mi ser,
esperando a ser descubierto y alimentar mi mente.
Así que persisto en mi búsqueda con determinación,
sabedor de que encontraré ese sentimiento genuino,
ese pequeño grano de sal que equilibre mi razón,
y me guíe hacia la calma en medio del torbellino.