DESPUÉS DE TODO
Estuvo atosigado su tiempo
Remendando heridas
Realizando sueños
Corriendo descalza fuera de las rejas,
bajo las ráfagas de dicha
que bañaron su desnudez
Nada era más importante
que comerse el tiempo
al viento las palabras
que mitigaron tanta felicidad…
Un día,
amaneció desierto el tiempo
y… ¡error!
acordarse de sus poros sudorosos,
reclamando ajenos poros
en el desierto más desierto de las horas,
donde ni de broma
había un juguete…,
una palabra mirándole
desde lejos,
una sonrisa
adornándole el pudor,
unos brazos soñándole viva…
©Teresa González
1 Comentario
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María Emilia Fuentes B.
Teresa:
Felicito tu presentación y agradezco tu compartir.
Un abracito.
Emilia.
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