CONFIESO…

Soy el ser vacilante
de vida trunca,
una bestia incorregible
que se horroriza ante
su propio abismo…
Sobre mi corazón encallecido
no dejan huella las emociones.
Nunca tuve infancia
ni viví la aurora de los abrazos,
tampoco me dormí arrullado
con la ternura de una canción de cuna.
¡Por dentro llevo un mundo de sombras!
Mil veces me propuse regenerarme,
lo juré por la memoria
de la madre que no tuve
y… al minuto…
¡un desconocido demonio
me empujó las manos!
¿Quizás la marca de Caín luzco
como abyecta cicatriz en mi frente?
Delia Checa
D.R.
4 comentarios
Deja un comentario
You must be logged in to post a comment.
Jesús María Mayorga Mota
No por oscuro deja de ser bello tu poema. Saludos, Delia.
Delia Checa
Mil gracias, Jesús.
Saludos
Delia
enrique
Directo, crudo. Sin concesiones.
Excelente.
Delia Checa
Muy agradecida, Enrique, por tu hermoso comentario.
Saludos
Delia