Deslumbras.

Deslumbras. Octavas reales
Las blancas nubecitas adornan mi rosal,
las ramas acarician la tierra que las besa
y goza del aroma que envidia el herbazal
tentado con su umbría, cubrirlo de tristeza,
mas sabia mi floresta conquista al pastizal
y el canto de zorzales lo alegra con presteza.
Pequeños sus pimpollos ostentan largas ramas
abriéndose de pronto de nieve son sus gamas.
Cuando abro mis ventanas me llegan los aromas
dulzones de las rosas que animan la alborada,
tan fresca te despiertas en mi sonrisa asomas,
la vida me devuelves me siento enamorada.
Cascadas de blancura descienden y te aplomas,
Con tiernas abejitas te sientes adorada
y te aman picaflores con su luminiscencia,
trinares te acompañan y gozan de tu esencia.

“Si comentas quizá sea recíproco”
2 comentarios
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Pilar Remartínez
Estimada Matilde:
Verdaderamente es un privilegio poder disfrutar de tan bellos versos.
Tu publicación se ha destacado.
Besos y abrazos desde este rinconcito de Madrid.
Pilar R
Matilde Maisonnave
¡Me brindas mucha alegría querida Pilar!
Este regalo te lo agradezco infinitamente.
Cuanto me alegra te guste, la foto es de
mi jardín, donde ese rosal parece nevado
con sus florecillas blancas.
Besos y abrazos de luz hasta tu rinconcito.